martes, 5 de agosto de 2008

CERDOS SALVAJES

Como en la famosa peli de Travolta, nos fuímos cuatro amiguetes ya un poco puretones en nuestras motos, de escapada por tierras del interior, con el único afán de disfrutar de las monturas y vivir una experiencia de libertad conyugal.
Con esta premisa nos calzamos un total de 1.600 kms., subiendo por la ruta de la plata hasta Plasencia y quedándonos a dormir la primera noche en Hervás, un bonito pueblo con un interesante barrio judío.
El segundo día lo dedicamos a recorrer la comarca de Las Hurdes, con pueblos de nombres tan evocadores como Caminomorisco o Pinofranqueado, en los que el tiempo parece aún detenido, y luego subimos a la Peña de Francia, excelente mirador de las tierras salmantinas. El día finalizó en Las Batuecas, haciendo noche en el precioso pueblo de La Alberca.
La tercera jornada tenía como objetivo circunvalar la sierra de Gredos, por El Barco de Avila, donde paramos a comprar las famosas alubias, luego cruzando por el puerto del pico y bajando finalmente hacia La Vera, donde paramos a bañarnos en la garganta de Alardos y a la caída de la tarde seguimos hasta llegar de nuevo a Plasencia.
Fin de fiesta en la capital del Jerte, con buena cena y algunos cubatas en los muchos bares que se apelotonan en la calle Rey, del caso antiguo.
Mucha gente, muchas niñas, pero a la postre como en la película, de libertad conyugal nada de nada, a dormir que mañana nos toca otra kilometrada.
En resumen, una estupenda experiencia motera, con muchas carreteras sinuosas y algún tramo rápido, disfrutando mucho de las máquinas y sin ningún percance, que es lo que cuenta.
La vuelta a Jerez terrible pues nos pilló un calor horroroso, sobre todo entre Cáceres y Sevilla, lo que nos recordó otra peli famosa: "Océanos de fuego", pues llegamos a nuestra ciudad a las cuatro de la tarde casi derretidos.
Fuímos Joaquín, Pepe Rober, Mile y servidor, tres BMW y una Yamaha.